Para
comenzar hagamos un repaso rápido de cómo ha estado actuando el BCRA sobre todo
desde inicios de enero a la fecha. En principio convalidó una devaluación
nominal del 23% en la semana del 20/01/2014. Digo convalidó porque no parecía
tener otra alternativa en función de la constante caída de reservas producto de
una depreciación por goteo diaria. Un legislador oficialista y especialista en
temas económicos utilizó la frase “necesitábamos un nuevo vector de
competitividad”, el Jefe de Gabinete de Ministros dijo “8 $/USD es un tipo de
cambio de convergencia de las variables macroeconómicas”. Atención, es
entendible que desde el oficialismo se pretenda comunicar que fue una decisión
propia y planeada, en última instancia lo fue, pero desde la praxis y analizando
el recorrido de la divisa y las reservas, más bien parece que fueron las
“condiciones” en su conjunto quiénes hicieron torcer el brazo al BCRA. A buen
entendedor pocas palabras. El Presidente de la entidad es el único que no sale
a hablar, no por casualidad parece ser el más práctico y quién más entiende al
mercado. Sigamos; a comienzos de febrero el BCRA emitió la circular A5536 que
redujo la tenencia de moneda extranjera de los bancos en relación a su responsabilidad neta computable. En criollo, obligó a los bancos a desprenderse de
activos en dólares (billetes y títulos públicos). Si bien esto último no puede
computarse como reserva, sí quita presión sobre la divisa. Es claro que las
medidas fueron efectivas. Por un lado lograron frenar la corrida cambiaria y
evitaron el fuerte drenaje de reservas, por otro, al noquear las expectativas
de devaluación, recrearon mini-condiciones que dispararon la liquidación de
cereales y oleaginosas, aproximadamente USD 2.500 millones de enero a la fecha.
Asimismo
el organismo estuvo haciendo política monetaria contractiva de manera muy
activa. Para el mismo período de tiempo absorbió la friolera de aprox. $ 40.000
millones a través de la colocación de letras (Lebac y Nobac). Esta política
está en línea con contrarrestar una dinámica de fuerte expansión de la base
monetaria que se venía dando anteriormente, en orden de contener algo el alza
de precios. La necesaria convalidación de tasas altas, 28% promedio, también
quitó presión sobre el dólar, aunque impactará negativamente sobre el nivel de
actividad y ya se está viendo. Se está logrando contener los precios con solo
esta medida del BCRA? Obviamente no. Además si se frena el nivel de actividad
tendremos un virtual escenario de estanflación. En realidad esto tiene cierta lógica,
la reducción de la tasa anual de inflación debe venir de la mano de un programa
económico coordinado fiscalmente que otorgue cierto equilibrio a las variables
macro y no de una medida aislada del central. Y el Programa de Precios
Cuidados? Una gota en el océano. No podemos poner el foco de tensión en la
relación entre consumidores y empresarios. Seguramente hay y habrá
especuladores, como en todos lados, por lo demás le pido que me exima de
mayores comentarios. Aquí tiene una simple y sólida
explicación del asunto. A propósito, el BCRA continúa noqueando expectativas de
devaluación y eso es correcto.
Ahora
bien, en economía nada es gratis, sobre todo mientras no logremos recrear un
ambiente virtuoso de crecimiento económico, aumento de la tasa de inversión y
dinámica creciente de la cuenta comercial que permita una generación genuina de
reservas internacionales. No olvidemos que el
BCRA sacó un conejo de la galera, pero parece difícil que el truco de magia
resulte siempre. Como lo peor que podemos hacer es mirar a la economía en
equilibrio parcial, tratemos de entender cuál sería el impacto de estas medidas
en su hoja de balance.
Aqui vamos. El central
deberá asborber seguramente mayor cantidad de pesos para compensar lo que emite
para financiar al tesoro. La consecuencia lógica sería un aumento de su stock
de deuda lo que al menos duplicará el costo por intereses en su balance. Este
es el famoso costo cuasi fiscal. Es probable que para el año corriente este
costo sea compensado por las ganancias contables que registrará producto del
aumento tipo de cambio sobre los activos en dólares luego de la devaluación.
Cuál es el riesgo aquí? Que conforme el gobierno nacional no intente ir
reduciendo el déficit fiscal, el BCRA no solo deberá emitir para financiar al
tesoro, sino que además deberá convalidar tasas crecientes para renovar sus
propias colocaciones produciendo dos efectos indeseados. Por un lado acelerar
la inflación en cambio de reducirla, y por otro competir con el sector privado
no financiero por el acceso al crédito. O sea los bancos podrían restringir el
crédito al público con esta dinámica. Esto está muy lejos de suceder? Dependerá
del timing del BCRA. La consultora Elypsis estima que este año la entidad
deberá emitir unos $ 180.000 millones de letras para compensar los $ 180.000
millones que transferirá al Tesoro más los $ 47.000 millones por compra de
divisas, por lo que terminará el año con un stock de deuda de $ 290.000
millones en su balance (entre pases y letras). Esto devengaría intereses por $
43.000 millones, casi el triple que lo que debió afrontar el año pasado. Por lo
tanto los factores expansivos de la base monetaria estarán al orden del día.
Como buena noticia se prevé un incremento de la masa monetaria del 24% por
debajo de la tasa de inflación anual del 36 - 38% aproximadamente.
Cambiando rotundamente de tema; vieron
que sucedió con los títulos públicos Discount y Par hoy (06/03/1014) luego de
conocerse que el gobierno de Barack Obama presentó un recurso de “amicus curiae”
ante la Corte Suprema de Justicia de ese país a favor de Argentina? Levantaron
hasta 4%. Además ADR´s de YPF y BMA (Banco Macro) subieron en New York hasta
6,5 y 5% respectivamente. La presentación fue hecha en el marco del juicio que
la Argentina libra contra NML y otros fondos de inversión, pidiendo la revisión
del fallo de Thomas Griesa. El riesgo país bajó a 897 bp. Recuerdan cuando les
decía que un fallo (léase noticia) “algo” a favor en el juicio contra los
fondos buitres nos vendría como anillo al dedo?!
Pará, que me querés decir con esto? Que no
necesitamos esperar al final de la película para tener buenas noticias. Si
comenzamos a dar las señales correctas tenemos chances de generar cambios de
expectativas en forma más o menos rápido, por lo menos hacia afuera. No olvidemos
una cosa: no es sencillo revertir una mala imagen con respecto a otros países,
pero los mercados funcionan de otra manera y francamente no tienen ni cinco
minutos de memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario