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13 de septiembre de 2018

Capítulo XVIII, como sigue la economía Argentina?


¿Cuál es la apuesta del gobierno nacional?
En este momento el ministro Dujovne se encuentra en plenas negociaciones con el FMI para lograr que el organismo le adelante los fondos necesarios para cerrar el programa financiero hasta el fin del mandato (2019). Que es el programa financiero? En criollo, tener los recursos suficientes para hacer frente a todos los compromisos de deuda hasta el 2019. Las necesidades están en el orden de los USD 27.800 millones. Argentina cree que puede renovar un alto porcentaje de las Letes en dólares emitidas por el tesoro nacional. A eso hay que sumarle los compromisos de la amortización del Bono Global 19 más los restantes compromisos de intereses por diferentes emisiones de deuda. Aproximadamente necesita USD 14.600M por intereses y USD 13.200 por el principal. La mitad de estas necesidades serán cubiertas por el FMI con el acuerdo de junio del 2018 y préstamos por organismos multilaterales por USD 4.500M. Lo anterior totalizaría USD 16.300M. El resto, unos USD 11.500M, deberán salir del adelanto de los fondos por parte del FMI que se suponían más adelante. El gobierno dice que es menos, nosotros creemos que es el mencionado.

Si esto se logra, creemos que si, el gobierno cierra las dudas sobre posibilidades de default. En consecuencia esto debería calmar la corrida cambiaria, bajar el riesgo país, reducir los seguros contra defaults (CDS) y alejar fantasmas de crisis más importantes. Recordemos que en este período se produjo una fuerte venta de los bonos de deuda argentinos, lo que disparó su rendimiento. Bonos líquidos y de gran volúmen como el BONAR 24 (AY24) rinden cerca de 12%. O sea, si Argentina necesitase emitir deuda a 5 años, ese es el costo que debe pagar. Obviamente eso es imposible, por lo cual tiene prácticamente cerrado el mercado voluntario de deuda internacional.

¿Qué va a pedir el FMI?
Que el equilibrio fiscal PRIMARIO se logre en 2019 en cambio de 2020, como decía el acuerdo de junio. Ergo, dado que no hay baja del gasto, los fondos saldrán de nuevos impuestazos. El principal es el aumento de retenciones a todos los rubros en general. Agro 30% (12% + 18% que tenía) con un tope de $4/USD, resto 12% con tope de $3/USD. Eso totalizaría para el 2019 aprox. USD 7.000M o $280.000M.

¿Como sigue el panorama?
La foto es muy negativa. Inflación para agosto cerca del 4%, setiembre aprox 5,5%, lo que deja para el 2018 una inflación de piso del 41%. Producción industrial con caídas del 7% interanual y notable pérdida del salario real. O sea, si lo mencionado arriba se logra, luego queda ordenar el fuerte descalabro en la economía real. Imposible sin un Plan ordenado y coordinado en lo monetario y fiscal. La precariedad institucional sigue siendo importante. Por ejemplo, gran parte del retorno de la confianza depende de que oficialismo y oposición se pongan de acuerdo con el presupuesto 2019. Sin embargo, nada se habla de un marco plurianual presupuestario. En consecuencia, surgen y surgirán muchas preguntas. ¿Si las nuevas retenciones son transitorias al 2020, como financiamos el déficit del orden de 5,5%/PBI hacia adelante?

Por lo pronto, en la semana del 03/09/2018 hubo buenas noticias. Bonos cerraron mixtos con subas de aprox 1% en el tramo corto, tramo que está en stress financiero considerando las recurrentes inversiones de la curva de rendimientos en dólares. El dólar spot tuvo relativa calma esperando las buenas noticias desde Washington. Caputo pudo negociar con el FMI ciertas intervenciones directas en el mercado cambiario, que junto a las subastas sin cronograma, ayudan a abastecer al mercado. Si esto se mantiene, y el overshooting encontró precio y techo, podríamos empezar a ver una luz al final del túnel. ¿Por qué techo del dólar? Porque si uno mira el Tipo de Cambio Real, que mide la competitividad precio, este ya está en 138,35. O sea, muy alto, la corrección cambiaria hasta se pasó de rosca.

Posicionamiento
La curva soberana muestra rendimientos cercanos a países con calificación B-, dos grados por debajo de Argentina. Creemos que el castigo a activos argentinos es excesivo y, de confirmarse un nuevo acuerdo para el cierre del programa financiero al 2019 con el FMI, pensamos que hay buenos puntos de entrada para algunos bonos. Seguimos favoreciendo la dolarización de carteras vía instrumentos líquidos en tramo corto como el Bonar 24 (8,75%), así como también Letes en USD con tasas que podrían estar en el orden del 7% TNA para las licitaciones de esta semana. Para quiénes necesiten mantener inversiones en ARS por necesidades transitorias, seguimos favoreciendo la tenencia de Lebac corta (cuyo stock caducaría en diciembre), conjuntamente con la cobertura vía compra de contratos de dólar futuro. Pese a cierta calma cambiaria, aún existen muchos focos de posibles turbulencias, entre los cuales se encuentran nuevas subas de la tasa de fondos federales por parte de la Reserva Federal de EE.UU para el 2018.