Hace tan solo
diez días atrás un hecho sensiblemente grave como fue la presentación de una denuncia, por parte del Fiscal que conducía la investigación de la causa A.M.I.A, y que involucra a la misma cúpula del gobierno nacional en un hecho de
encubrimiento de los verdaderos autores de la voladura de dicha institución,
sacudía fuertemente a la sociedad argentina.
En efecto el
Fiscal Alberto Nisman hacía público un trabajo de investigación de 290 páginas cuyo contenido supone un terremoto institucional de proporciones épicas, siempre y cuando las
acusaciones explicitadas puedan ser probadas fehacientemente. Me he tomado el
trabajo de leer la denuncia mencionada, concluyendo, humildemente, que es un
excelente documento, con claras deducciones, pero con dudas
sobre la carga probatoria. Recordemos lo que el mismo fiscal manifestaba por
esas horas: “...ahora es la justicia
argentina la que debe tomar este documento, como base para profundizar en la
investigación...”
Shockeados
amanecíamos el lunes 19 de enero, intentando, en lo personal, negar sin éxito
los primeros comentarios surgidos en Twitter. Alberto Nisman aparecía muerto en
el baño de su departamento de Puerto Madero. Intacta se mantiene la capacidad de
nuestro país de perforar el piso institucional. La dimensión en que
la realidad supera a la ficción ya no puede medirse en intervalos discretos.
Por el contrario, atónitos asistimos a esta realidad, en una suerte de Dantesca
Divina Comedia, si no fuera por su tragedia, elaborando en nuestras mentes la
más negativa de las preguntas; que peor cosa nos puede pasar? Lo
siento, pero parece que este país siempre nos tiene reservado un nuevo final.
Nuestra capacidad de asombro es testeada permanentemente.
Desde un
nuevo canal institucional, inaugurado para la ocasión, “Facebook” nos relata la
teoría del suicidio mientras Émile Durkheim se retuerce de risa en el purgatorio,
luego de la enorme pirueta posterior. Pasamos de Suicidio a Suicidado en
cuestión de horas. Acaso Quino, en su entrañable Mafalda, haya entendido como
nadie esta suerte del devenir tragicómico de la sociedad argentina. Pero
atención, hasta Mafalda, orgullosa portadora de la “argentinidad” de la clase
media y media baja, se cansa.
Acaso es
posible que el Fiscal Nisman pueda haber sido usado por los Servicios de
Inteligencia del Estado, sin siquiera imaginar las nefastas
consecuencias de un objetivo superior?
Así estamos,
desorientados por pasar del grotesco victoriano (VHM) del suicidio producto de
la incapacidad de soportar semejante culpa, a la intrincada trama producto de
una interna de larga data de los “indomables” servicios de inteligencia, que
reaccionaron tras su descabezamiento, aprovechando el dramático contexto geopolítico
global del atentado contra Charlie Hebdo y las consecuencias del fundamentalismo
islámico. Civilización o barbarie mientras el Ministerio Público Fiscal, no es
ni Ministerio, ni Público y mucho menos Fiscal y el Jefe de Gabinete de
Ministros ensaya una sorprendente explicación sobre la necesidad de divulgar
información personal de viaje de un periodista, cuya salida del país obedece,
en principio, a temores sobre el destino de su propia vida.
Más grotesco
aún parece cualquier intento de introducir hechos económicos en este escenario,
por lo cual seré inusualmente breve, de manera de no incentivar la práctica
autoflagelante a la que aparentemente estamos acostumbrados. La caída del nivel
de actividad es notorio y producto del cepo a los dólares productivos que
sujeta a las importaciones. Típico ajuste recesivo donde la tasa
de inflación anual se estima del orden del 30% para el 2015, 10% menor al 2014,
solo como consecuencia del derrumbe continuo de la actividad. La “buena”
noticia para los consumidores: el BCRA ha intervenido fuertemente en las
últimas dos licitaciones de Letras y Notas de manera de esterilizar la fuerte
expansión monetaria, sobre todo del mes de diciembre, mayor a $ 53.000 millones.
La mala, para la hoja de balance del central: las Lebacs y Nobacs pasaron de
$110.547 millones en diciembre de 2013 a $ 258.531 millones a diciembre de
2014. Un aumento de 138% anual, contribuyendo al deterioro patrimonial de la
entidad. Tratando de dar señales al mercado, el BCRA redujo tasas en forma leve en la licitación de letras semanal. Efectivamente las licitaciones a 98 y 119 días de plazo fueron colocadas a tasas predeterminadas de 26,56% y 27,24% respectivamente, una reducción de 0,3% sobre la semana anterior, temeroso quizás que la sintonía fina
vernácula encienda alertas amarillas de nuevas corridas al dólar.
De hecho, el
famoso cepo cambiario, se constituyó en un tiro a tres bandas. A la dificultad inicial para realizar giros de dividendos hacia el exterior, se le agregó la restricción manifiesta de ahorrar en dólares en octubre del 2011, para posteriormente poner el pié sobre las
importaciones. El manual no autorizado de la economía argentina indica que la
resolución de este dilema debería empezar por el último de los males, de manera
de ir liberando dólares para solucionar los dos restantes, lo cual difícilmente
podrá llevarse a cabo sin la vuelta a los mercados internacionales y la emisión
de deuda pública bajo un programa anti-inflacionario serio, que obviamente solo
el nuevo gobierno tendrá la capacidad de llevar adelante. Aquí el primer
escollo será la causa Holdouts y las posibles negociaciones, que no parece ser
de agenda inmediata de esta administración.
Prima facie, el problema base para los equipos económicos del gobierno entrante, es resolver el dilema sobre los grados de libertad con los que cuentan para hacer política económica, conforme se profundiza el atraso cambiario y la pérdida de competitividad de la economía. Mientras el tipo de cambio real no hace otra cosa que caer y perforar niveles previos a la devaluación de enero de 2014, pergeñando una fuerte apreciación real gracias a la maldita inflación, nuestros socios regionales propenden a depreciar sus monedas en un intento por mejorar sus relaciones de intercambio y esterilizar ciertos shocks externos que sufren los países emergentes con este fortalecimiento del dólar a nivel global. Solo basta mirar el Indice de Dólar (USD Dollar Index - Future) para ver que se encuentra en máximos desde la crisis subprime del 2008. Tras cartón, la decisión del Banco Central Europeo de lanzar su propio Quantitative Easing (QE) ha llevado al Euro a mínimos de once años, donde ahora una moneda europea más competitiva amenaza con socavar la capacidad exportadora de la región. Si imaginamos que existen probabilidades ciertas de que la Reserva Federal de EE.UU. comience el proceso de endurecimiento monetario a partir del 3º Cuatrimestre del 2015, no es inteligente dejar de lado que una tormenta perfecta podría estar posándose sobre los mercados emergentes.
Pero no nos distraigamos con nimiedades. Las alertas rojas no solo son potestad de Interpol. Se han encendido en Argentina, luego de titilar naranja durante mucho tiempo, y amenazan, como en décadas pasadas, con derrumbar sus endebles cimientos institucionales. Cuando saldremos de las sombras…?