Esta claro que
como economista no resisto la tentación de empezar a meterme de lleno en la dinámica económica para explicar el porqué de la situación actual. Por
supuesto la explicación es bastante clara y solo me debería limitar a relatar y
analizar los hechos económicos que para simplificar comienzan a partir del 2001 en
adelante así como los errores, a mi entender, en término de las medidas
adoptadas. En este ciclo que elijo ad-hoc existen momentos "buenos" económicamente hablando y "malos", pero invariablemente siempre volvemos al principio (o peor aún), como en el juego de la oca. Una digresión, no siempre el gobierno nacional actual ha hecho malos
diagnósticos de la realidad económica, pero ciertamente “casi” siempre ha
tomado las medidas equivocadas y además ha ejecutado incorrectamente.
Sin embargo,
estoico, resisto la presión del economista interno. Por qué? Porque creo
firmemente que debemos retroceder un estadío para entender porque caemos en
crisis recurrentes, y esto significa lisa y llanamente volver a las bases.
Probablemente al
lector no le agrade lo que leerá en breve, pero cierto es que la teoría del
repollo es una explicación bastante plausible a la luz de los hechos económicos
que marcaron nuestra historia. Aquí vamos, otorgo alta probabilidad al hecho
que si a cualquiera de nosotros (suponiendo que tengamos la capacidad y formación necesaria) nos tocara gobernar,
seguramente tendríamos similares comportamientos y como consecuencia terminaríamos
por cometer los mismos errores. Utilizo la palabra “errores” en forma genérica
de manera de evitar enumerar todos los desaciertos cometidos. Ponga dentro de
la palabra “errores” todo lo que se le ocurra, conductas deshonestas si las
hubiera y obtendrá una cabal expresión de lo que intento significar. Ya me está
mirando feo? Lo entiendo, yo también.
A ver, nuestros
gobernantes no nacieron y se formaron dentro de un repollo, por el contrario
son el producto de nuestra sociedad, la misma en la cual nacimos y nos formamos
Ud. y yo. Significa que es altamente probable que compartamos el mismo acervo
cultural, lo bueno y lo malo, el trabajo duro y la viveza criolla…Ok pero eso
no explica porque a otros países no les sucede lo mismo. Cierto y es acá donde
necesariamente nos metemos en una frase recontra hecha y nunca concretada, la
bendita reforma del estado.
Intentemos
bajarlo a tierra. Seguramente Ud., tanto como yo, tenemos que tomar decisiones
todos los días, algunas pueden no ser tan importantes en términos de los
intereses que afectan, pero otras ciertamente si lo son. Cuantas veces necesitó
del apoyo y consejo familiar para realizar estas últimas?. O del asesoramiento
profesional?. Si Ud. es como yo la respuesta es muchas. Necesitó tiempo para tomar
decisiones trascendentales para su vida?. Si Ud. es como yo, la respuesta es
sí. Cuantas veces el árbol le tapó el bosque?. Si Ud. es como yo la respuesta
es varias. Pues bien, esto es absolutamente normal independientemente de
nuestra propia naturaleza en el proceso de toma de decisiones. Esa persona o
personas, familiares o amigos, asesores profesionales, etc. son los cortafuegos
que tenemos, nuestro semáforo en el tablero de control que nos indican cuando
estamos por meter la pata. Si con todo el bagaje de información, aún cometemos
un error, seguramente tendremos mayor capacidad para deshacerlo, o habremos
aprendido en el proceso, por ej. podemos cambiar de “asesores”. Lo que es
seguro es que iremos por mejor camino que si nos quedamos con nuestro propio
análisis de la realidad. Ojo al piojo, no hablo de los refutadores de leyendas
“parafraseando a Dolina” ni de los obsecuentes, sino de las personas que
participan de nuestra vida y sabemos con certeza que tienen buenas intenciones.
Ahora imagine
por un momento las decisiones que se deben tomar a nivel gubernamental. Es por
esta razón que le hablaba de la reforma del estado. El proceso de toma de
decisiones debe estar marcado por un sistema sano burocráticamente que
definitivamente minimice el riesgo de fracaso. Por esto deben existir
Ministerios fuertes y profesionales, con personas sólidas técnicamente pero
además con la experiencia necesaria en la materia. Tomemos el ejemplo del
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. Debe haber un solo referente, con
un equipo sólido y experimentado que conozca la “sensibilidad del agente
económico”. Un ex ministro de economía argentino contaba que hasta la década
del 60´ y parte del 70´ la carrera de grado se llamaba Licenciatura en Política
Económica, pero luego con el advenimiento de la escuela de Chicago paso a
llamarse Licenciatura en Economía. Le aseguro que la diferencia es sustancial.
El o la Presidente puede tener además su gabinete en las sombras como en EE UU,
su propio círculo de confianza que no necesariamente participe de la gestión
diaria y que pueda ayudar a ver el bosque completo. Por supuesto además el
gobernante de turno debe tener la capacidad para escuchar y sopesar las
opiniones, incluso contrastarlas, lo cual es una práctica sana y fundamentalmente
virtuosa.
Seguramente el
lector estará ávido por tirarme encima todos los ejemplos donde aún con
instituciones fuertes y procesos menos personalistas terminamos en el fracaso,
pues bien es cierto, pero justamente ahí está el quid de la cuestión, esta práctica
virtuosa en general ha sido interrumpida, dejada de lado conforme los problemas
avanzan y el gobernante se cierra cada vez en un círculo más chico hasta estar
completamente solo/a. De allí provienen la mayoría de las malas decisiones, y
es cuando aparecen los mayores obsecuentes, el micro clima se apodera de la
situación y no podemos entender como los otros no piensan como nosotros.
Conforme el proceso avanza el sentido común se pierde, y pasamos a ver el mundo
como una suerte de guerra entre buenos y malos. El proceso se autorefuerza
porque es claramente recursivo y terminamos donde SEGURAMENTE NO QUERIÁMOS
ORIGINALMENTE. Piense, no encuentra familiar este comportamiento? Acaso en su
vida cotidiana no ha actuado así? Si la respuesta es no, lo felicito, pero le
comento que las estadísticas marcan lo contrario.
Si se estudian los procesos tanto de países desarrollados como emergentes, y en particular latinoamericanos, aunque con matices, los estados han logrado establecer ciertos estándares muy básicos, pero suficientes para mejorar la calidad del proceso de toma de decisiones en donde los resortes o “cortafuegos” funcionan mínimamente de manera de evitar nuestros impulsos humanos. O Ud. cree que estos impulsos son diferentes a los de los gobernantes de otros países? Por supuesto que no, pero existen los semáforos y aunque muchas veces se pasan la luz roja, con el tiempo han logrado respetarlo la mayoría de las veces. Es obvio que una reforma del estado debe llegar a todo los poderes de la república, pero si el patrón se repite, seguiremos igual. En Argentina es una cuenta pendiente.
Si se estudian los procesos tanto de países desarrollados como emergentes, y en particular latinoamericanos, aunque con matices, los estados han logrado establecer ciertos estándares muy básicos, pero suficientes para mejorar la calidad del proceso de toma de decisiones en donde los resortes o “cortafuegos” funcionan mínimamente de manera de evitar nuestros impulsos humanos. O Ud. cree que estos impulsos son diferentes a los de los gobernantes de otros países? Por supuesto que no, pero existen los semáforos y aunque muchas veces se pasan la luz roja, con el tiempo han logrado respetarlo la mayoría de las veces. Es obvio que una reforma del estado debe llegar a todo los poderes de la república, pero si el patrón se repite, seguiremos igual. En Argentina es una cuenta pendiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario