Intentemos hacer un repaso de la actual situación económica contestando cuatro preguntas. La primera: Qué cambios se produjeron en la estrategia de Política Económica en Argentina desde
la asunción del nuevo Presidente del BCRA a la fecha? En rigor de verdad,
ninguno. Salvo que Ud. considere que un mercado cambiario fuertemente intervenido es una medida sustentable y acorde a
los tiempos que corren. A ver, seamos claros, todas las entidades del sistema
financiero deben estar sujetas a los periódicos controles de acuerdo a la Ley y pagar las consecuencias si se encuentran fuera de ella. Ni más, ni menos. Pero subirse a este new normal para disipar cualquier
expectativa de devaluación, es pan para hoy y hambre para mañana.
La segunda: Por qué entonces ha bajado la
cotización del dólar paralelo? La respuesta se encuentra en el párrafo
anterior. Un mercado intervenido supone temor y por lo tanto menor volumen de
operaciones. Por otro lado el BCRA mantiene la operatoria de dólar ahorro como
una forma de absorber pesos del sistema de manera legal y achicar la brecha
conforme se incentiva la economía del puré. Esto es, dada la fuerte caída del
salario real (entre 12% - 15% según las fechas de las diferentes paritarias), los asalariados que se
encuentren en condiciones compran dólares a $ 10 y lo venden en el paralelo a $13
de manera de mejorar sus ingresos mensuales. Este arbitraje obviamente contribuyó a reducir la brecha que el día 10-11 llegó al 48%. No olvidemos que la venta de
dólar ahorro sigue siendo récord. El problema? Pues que se subsidia con un
dólar más barato a los que más tienen, produciendo una transferencia de
ingresos desde la clase baja hacia la media y media alta. Por otro lado ese
dólar “barato” se netea de reservas internacionales. Finalmente, ningún mercado sin volumen puede "confirmar" precio. Nuevamente, si Ud. cree que
esta es una política estratégica sostenible y de largo plazo, estamos en problemas. En caso que en los días siguientes la cotización retome el alza, se verá la inconsistencia de operar de esta forma.
Podríamos decir que si el objetivo
del nuevo Presidente del Banco Central era que la economía entrara en un “cepo”,
los resultados son altamente satisfactorios. Como dato de color, asistimos al
nuevo dólar “desarbitraje” a la Vanoli: la cotización implícita (MEP) ese mismo día 10-11 se situaba en $12,75, mientras que el paralelo en $ 12,67. De todas formas, evitemos ser ingenuos. El levantamiento del cepo cambiario, que los candidatos a la presidencia ya están anunciando, sumado al tránsito de un fin de ciclo, comienzan a moderar las expectativas sobre un posible dólar unificado, factor que contribuye a cierta calma.
Ahora bien, veamos entonces la
performance de los activos financieros argentinos. Efectivamente, aunque con
fuertes volatilidades, hemos visto a ADR´s ralear muy fuerte. Este es el caso
de Banco Galicia que subió casi un 50% neto en un contexto de default selectivo
aumentado. Por el lado de los títulos públicos el comportamiento también ha
sido positivo. Por ejemplo, bajo legislación extranjera, el Global 17 en USD
subió casi un 10% en un mes, mientras que el Bonar 17, bajo ley local, se llevó
un +8%, con sus consiguientes caídas en las yields.
Cabe entonces una tercer pregunta:
Si los fundamentals de la economía no han cambiado, por el contrario se han
deteriorado, por qué los inversores están sosteniendo el precio de los activos
argentinos? La respuesta es una sola: porque el mercado descuenta un arreglo
con los Holdouts a partir de enero del 2015. O mejor dicho, otorga mayor
probabilidad de ocurrencia a un evento de arreglo que a mantener el actual status quo. No
tengo dudas que si ese terminara siendo el caso, y me permito ser escéptico al
respecto, los activos mejorarán aún más su performance. No son pocas las
consultas que uno recibe de inversores del exterior sobre el Outlook del país a
mediano plazo.
La consecuente y lógica cuarta pregunta
que se deriva del párrafo anterior es: que sucederá si esto no ocurre? Como
primera respuesta diría: a los mercados financieros no les temblará el pulso
para reflejar los verdaderos fundamentals de la economía. Deterioro fiscal
creciente, con un déficit del orden del 6% del PBI, emisión monetaria bajo dominancia fiscal
que se aceleró en octubre en $ 21.900 millones, aunque ahora en el rango del
20% anualizado (recordar que se está colocando deuda en el mercado local – AO16),
caída del nivel de actividad, pérdida del salario real debido a una tasa de
inflación que no baja del 40% anual y un sector externo colapsado que no genera
dólares productivos. El actual “equilibrio” es sin dudas inestable y se refiere
solamente a una virtual y nueva “pax” cambiaria producto de una economía que se
achica para caber en un cepo.
La creciente pérdida de
competitividad del sector de transables es notoria, solo basta mirar la
evolución del tipo de cambio real multilateral (TCRM). La apreciación cambiaria
real, dada la alta tasa de inflación doméstica, nos deja en peores condiciones
frente a nuestros socios estratégicos de la región. No es tema menor el camino
de depreciación que empezó a mostrar el Real Brasileño, sobre todo desde la
confirmación del mandato de Dilma. Por cierto, la ocasión bien vale una
perlita.
Para el Ministerio de Economía (abajo) la evolución del TCRM no parece tener inconvenientes,
sin embargo cuando lo comparamos con la realidad (Rofex - arriba), podemos ver las
verdaderas dimensiones en la relación de intercambio.
Como todos, yo también deseo
creer en la vuelta de un ciclo económico favorable sin la necesidad argentina
de chocar la calesita. Pero para eso es necesario (y a veces no suficiente)
generar cambios virtuosos y mínimamente sustentables en el tiempo. A estas
alturas lo de “sustentable” lo dejo para la nueva administración que se
instalará en el 2016. A ellos les recuerdo que lo urgente es de relativa fácil
solución, pero lo importante sigue siendo materia pendiente desde la vuelta de
la democracia.
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